En 1975, Carlos Mensa crea unas obras de pequeño formato con una compleja técnica mixta, mediante el uso del collage assemblage incorporado en la materia pictórica , con una extraordinaria riqueza de velados y transparencias. Con la serie “Stravaganza”, llevará las simbolizaciones de su pintura, al nivel máximo de sofisticación.
La Stravaganza
En abril de 1975, en la Sala Pelaires de Palma de Mallorca, Carlos Mensa presentaba una exposición especial; cincuenta primeras obras de pequeño formato, de una serie que se creará a lo largo de tres años, la mayor de las cuales medía 27x35 cm, realizadas con una técnica mixta de materiales aplicados con una extraordinaria riqueza de velados y transparencias.
Los materiales aplicados acercan estas obras a los collage de “Une semaine de bonté” (1933) de Max Ernst, y no solamente por el planteamiento, sino también por la atmósfera; una atmósfera del siglo XIX, donde abundan las cortinas, las picardías eróticas y los ingenios mecánicos. Con la serie Stravaganza, Mensa llevará las simbolizaciones de su pintura, anteriores y nuevas, al máximo de la sofisticación.
“Mecánicas, ortopédicas, cargadas con gas como los aereostatos, con cabeza de huevo destrozado en cuyo vacío se recita a Calderón de la Barca” (…) “Las pinturas no eran muchos mayores que una tabla pitagórica y estaban alineadas como íconos sacrílegos” (…) “Cualquier admirador de sus pinturas podía entrar en los lugares preparados por él: alcobas, estaciones, clínicas para muñecas ciegas, ermitas donde estaban segregados y amordazados los niños de la guerra de España, sacristías habilitadas con depósitos de pararrayos”
(…) “Mensa podía ser al mismo tiempo Maupassant y Fantomas, narrador preciso y realista” (….) “un maestro de la mistificación, pero también un instrumento de precisión” (…) “un fabricante de acertijos” (…) “Al contrario de los pintores surrealistas de la escuela de París sus cualidades pictóricas estaban por encima de los aciertos, de los mecanismos, de los caprichos , de los juegos ilusionistas”
(...) “Un pintor capaz de entrar en el sueño de sus contemporáneos como en el cine y asistir a un film histórico: la tragedia de Mayerling” (…) “Sus imágenes son los supervivientes de los naufragios diarios, públicos y privados, desde el primer capítulo de la historia hasta el trágico que ha comenzado mañana”
(...) “Las suposiciones en una pintura como la suya son infinitas y nos conducirían a los desvanes donde se conservan instrumentos mágicos para confundirnos en mayor medida”
(…) “Sus atrocidades, sus parodias, sus sarcasmos, sus rebeliones pueden ser cruentas, sacrílegas, cómicas, simbólicas” (…) “El primer paso para el nacimiento de un cuadro es la elección del sujeto. De un volumen de quinientas páginas escojo cinco o seis sujetos. Mi elección se debe en parte a aquel margen de casualidad que hay siempre en el nacimiento de una obra; pero también está ligada a los símbolos y figuraciones que constituyen una especie de verdadero lenguaje” (…) “La única fuente ha sido la Ilustración Francesa desde 1890 hasta principios de siglo”
(…) “Cada vez que logro hacer hablar a mi amigo Carlos de sus pinturas, siento el escrúpulo de haberlo empujado a realizar un acto impuro. ¡Un atropello, una violación! Empujar es quizás un término demasiado agresivo para una inmovilidad exterior como la suya” (…) “No conozco un silencio más fecundo que el suyo”.
LA STRAVAGANZA, 127 Capricci di Carlos Mensa
Raffaele Carrieri / Edizioni Trentadue Milán 1976